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12.22.2011

Cirugía de Mama ( Aumento, Levantamiento, Reducción y Reconstrucción)








Cirugía e Implante de Aumento de Mama

El aumento mamario, técnicamente conocido como mamoplastia de aumento, es un procedimiento quirúrgico para mejorar el tamaño y la forma del pecho de la mujer en las siguientes situaciones: para mejorar la silueta de la mujer que piensa que sus pechos son demasiado pequeños para corregir la reducción del pecho que se produce tras algunos embarazos para corregir una diferencia de tamaño entre ambas mamas como un procedimiento reconstructivo tras cirugía de la mama

Es posible aumentar el tamaño del pecho una o varias tallas mediante la introducción de una prótesis debajo de la mama.

¿Quién es el candidato ideal para someterse a un aumento mamario?

Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía. Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
Las incisiones pueden colocarse en el surco mamario.
Las incisiones pueden colocarse también en la axila.

Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, evaluaremos  el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud. Se realizará además una exploración de mamas y se solicitará un estudio mamográfico. Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que se le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costos de la intervención.

El aumento mamario con fines estéticos no está incluido dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social; no obstante, la asimetría mamaria importante y la reconstrucción tras cirugía por tumores de mama sí lo están.

No olvide contar si es fumadora o toma alguna medicación, el número de embarazos previos y si piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar. No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.


Preparándose para la cirugía

Se le darán instrucciones acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas, aspirina y suplementos de hierro. En el aumento mamaria no es preciso transfundir sangre durante la cirugía. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.

Las incisiones pueden colocarse también en el borde inferior de la areola.

La cirugía y la anestesia

La cirugía de mamas se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente. La cirugía de aumento mamario se realiza bajo anestesia general, permaneciendo la  paciente dormida  durante la operación. Algunos casos muy determinados se pueden realizar bajo anestesia local más sedación.

El aumento mamario se realiza a través de una pequeña incisión que se coloca, dependiendo de la anatomía de la paciente, alrededor de la areola, en el surco bajo el pecho o en la axila. La incisión se diseña para que la cicatriz resultante sea casi invisible. A través de esta incisión se levanta el tejido mamario, se crea un bolsillo y se coloca la prótesis, directamente debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. Se colocan unos tubos de drenaje que se retirarán en unos días y un apósito o un vendaje sobre las mamas. El procedimiento dura entre 1 y 2 horas.


Después de la cirugía

Colocación subglandular (izda.) y subpectoral (drcha.) de las prótesis mamarias.

Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.

Tras un aumento mamario podrá volver al trabajo en pocos días , dependiendo de la actividad que realice. Siga las instrucciones de su cirujano acerca de qué ejercicios puede realizar; se evitará levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 a 3 semanas. Sus mamas estarán más sensibles de lo normal durante 2 a 3 semanas, por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas. Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose, aunque se debe advertir la existencia de la prótesis. La operación no limitará su capacidad para dar de mamar si se queda embarazada.

¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?












La cirugía de aumento mamario es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico certificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados. En el aumento mamario, la complicación más frecuente es la contractura capsular, que ocurre cuando la cicatriz interna que se forma alrededor del implante se contrae en exceso, haciendo que la mama se vuelva más dura. Puede ser tratada de diversas maneras, requiriendo en ocasiones extirpar dicha cicatriz interna, e incluso, recambiar la prótesis.

Aumento mamario: aspecto postoperatorio, mostrando los diferentes lugares donde pueden situarse las incisiones.

Otra complicación , propia de cualquier cirugía es el hematoma que sólo en casos concretos precisa de una nueva intervención para eliminar la sangre acumulada. Un pequeño porcentaje de mujeres puede tener una infección alrededor de la prótesis, normalmente en las primeras semanas después de la cirugía. Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, e incluso, sin sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en unos pocos casos serán permanentes. No existe evidencia de que las prótesis de mama afecten la fertilidad, el embarazo o la lactancia.

Es extraordinariamente infrecuente que las prótesis pueden romperse, haciendo que el contenido salga fuera de su cápsula. Cuando la prótesis está rellena de suero, el líquido se reabsorbe rápidamente sin producir ningún daño, disminuyendo la mama de volumen en unas horas. Si está rellena de silicona pueden pasar dos cosas: si la cápsula formada por el organismo no se rompe, no notará ningún cambio; si se ha roto, especialmente cuando ha sido sometida a mucha presión, la silicona sale disminuyendo el volumen de la mama. Con ambos tipos de prótesis será necesario una nueva intervención para reemplazarla.

No existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo. La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.

Los resultados

Los resultados tras un aumento mamario suelen ser muy gratos para la paciente. Las revisiones periódicas y las mamografías periódicas (si le corresponden por su edad) asegurarán que si hubiese alguna complicación sea detectada a tiempo y solucionada. La decisión de someterse a un aumento mamario es algo muy personal que no todo el mundo tiene por qué entender; si usted está satisfecha, la intervención habrá sido un éxito.

Cirugía de aumento mamario: resumen

El único método definitivo para conseguir un aumento del volumen mamario es mediante la implantación de unas prótesis mamarias por detrás de la glándula existente. Existen otros métodos que utilizan tejidos del propio cuerpo y que se usan, sobre todo, en Cirugía Reconstructiva.

El implante mamario puede colocarse detrás de la glándula misma y por delante del músculo pectoral, o bien por detrás de dicho músculo, dependiendo de cada caso concreto. Normalmente la incisión de abordaje para implantar la prótesis está situada en el surco submamario (en algunos casos esta incisión se realiza alrededor de la areola), realizándose la operación bajo anestesia general.












La prótesis que se utiliza en casi todos los casos es la de membrana de silicona rugosa rellena de gel, que ha conseguido que disminuyese drásticamente la llamada retracción capsular (el pecho se notaba duro, esférico y a veces molesto) a porcentajes inferiores al 2 %. Otras posibles complicaciones locales, como hematomas, infección, intolerancia a las suturas, etc., requerirán el tratamiento adecuado, pero tienen una incidencia extremadamente baja.



















                                                                                                                                                                                          



Levantamiento o Reafirmación de la Mama Caída.



La mastopexia es un procedimiento quirúrgico para elevar y mejorar la forma de las mamas caídas. Con los años, y tras circunstancias como el embarazo, dar de mamar y la fuerza de la gravedad hacen que la mama tienda a caer; además, a medida que la piel pierde su elasticidad la mama pierde su forma y cae, fenómeno conocido como ptosis mamaria. Cuando la mama, además de caer ha perdido o posee poco volumen, se puede también colocar una prótesis. La mastopexia puede reducir también el tamaño de la areola cuando sea muy grande.















¿Quién es el candidato ideal para someterse a una mastopexia?

Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía. Muchas mujeres desean una mastopexia tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que la mastopexia alteren futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.


Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, evaluaremos el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico. Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que se  le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costes de la intervención.

No olvide informar si es fumadora o toma algun medicamento o aspirina, el número de embarazos previos y si piensa volver a ser embarazada o dar de mamar. No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.

Preparándose para la cirugía

Se le darán instrucciones acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas y suplementos de hierro. No es preciso transfundir sangre durante la cirugía. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.


La cirugía y la anestesia

La mastopexia se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente.

La cirugía estética de la mama se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación. Algunos casos determinados de mastopexia se pueden realizar bajo anestesia local más sedación.

La mastopexia dura entre hora y media a tres horas. Las incisiones comprenden una área de la mama consistente en la parte de piel que se va a quitar y que colocará el pezón y la areola en su nueva posición más elevada. Las suturas se colocan alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y a lo largo del surco de debajo de la mama. En determinados casos, cuando la mama es pequeña y está poco caída la incisión se coloca sólo alrededor de la areola. Puede ser necesario colocar una prótesis debajo del tejido mamario o del músculo pectoral en mamas con poco volumen. Después de la cirugía se coloca un vendaje o un sujetador especial.

Después de la cirugía

Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita, aunque las mamas pueden doler un par de semanas. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que se le indique. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas.

Tras la mastopexia puede ser normal tener una disminución de sensación en los pezones; esta situación es generalmente temporal, excepto en algunas reducciones que puede ser definitiva. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.

Tras la mastopexia podrá volver al trabajo en pocos días , dependiendo de la actividad que realice. Siga las instrucciones de su cirujano acerca de qué ejercicios puede realizar; se evitará levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 a 3 semanas. Sus mamas estarán más sensibles de lo normal durante 2 a 3 semanas, por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas.

Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose.


Mastopexia mediante incisiones en T invertida.

La areola se coloca en su nueva posición y se elimina el exceso de piel y glándula.

Resultado y cicatrices resultantes.

Las cicatrices son definitivas, aunque su aspecto mejorará con el tiempo.

¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?

La mastopexia es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico certificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.

La mastopexia deja cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Algunos pacientes pueden experimentar una disminución parcial, y en ocasiones, total de la sensibilidad del pezón.

Los resultados

Es importante recordar que tras una mastopexia las cicatrices son importantes y permanentes, aunque se  hará lo posible por que se noten lo menos. Con el tiempo, las cicatrices irán disminuyendo. Los efectos de la mastopexia, aunque duraderos, no son permanentes, dependiendo de factores como nuevos embarazos, variaciones de peso y edad. Si se ha colocado una prótesis el efecto será más duradero.

Si sus expectativas son realistas usted estará muy satisfecha con el resultado de la mastopexia.
Resumen

Una intervención similar a la de reducción mamaria, se lleva a cabo en aquellos casos en que la mama, sin ser excesivamente grande en volumen, ha sufrido una importante caída. En estos casos la resección de tejidos es mínima, ya que se aprovechan -a veces con la ayuda de una prótesis- para darle volumen y proyección adecuada a la mama, una vez que esta se ha remodelado en su posición ideal. En general las cicatrices son similares a las de la reducción mamaria, pero más pequeñas.


                                                                                                                                                                                          


Mamoplastia o Reducción de Mamas

La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola.

Las mujeres con mamas grandes pueden presentar algunos problemas debidos a este exceso de peso, como el dolor de espalda y de cuello, irritaciones de la piel debajo de la mama y problemas respiratorios.

La finalidad de la mamoplastia de reducción es proporcionar a la mujer unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto de su cuerpo.












¿Quién es el candidato ideal para someterse a una reducción de mamas?

La reducción de mamas se realiza generalmente para aliviar un problema físico, mas que por motivos puramente estéticos. Muchas mujeres que se someten a esta intervención están preocupadas por el excesivo volumen de su pecho que interfiere con muchas actividades y causa molestias físicas. En la mayoría de los casos se espera hasta que el pecho se haya desarrollado completamente, aunque puede realizarse antes si los problemas físicos son muy importantes. Este procedimiento no está recomendado en mujeres que pretendan dar el pecho tras el embarazo.


Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, el equipo médico evaluaremos el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud. Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico. Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costos de la intervención.
La reducción mamaria sólo está incluida en las prestaciones de la Seguridad Social en casos extremos, proceso conocido como gigantomastia.

No olvide mencionar si es fumadora o toma algun medicamente incluyendo la aspirina, el número de embarazos previos y si piensa volver a quedar embarazada o dar de mamar. No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.

La cirugía y la anestesia

La cirugía de reducción mamaria se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta  a los 2 ó 3 días en el caso de la reducción.

La cirugía se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación.

Una reducción mamaria dura entre 2 y 4 horas, aunque en determinados casos puede alargarse. Existen diversas técnicas, pero generalmente las incisiones tienen forma de ancla colocándose alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y en una línea horizontal en el surco que hay debajo del la mama. A través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel, grasa y tejido mamario y se recoloca la areola y el pezón en su nueva posición; en algunos casos se puede asociar liposucción. En la mayoría de los casos la areola se mantiene unida a sus vasos sanguíneos y a su nervios, manteniendo la sensación normal o casi normal; sin embargo, en casos de grandes reducciones puede ser necesario separar completamente la areola y situarla en su nueva posición, perdiendo la sensación. Tras la cirugía se colocan unos tubos de drenaje y un vendaje alrededor de las mamas.












Diseño de la intervención y técnica quirúrgica.

La areola es colocada en una posición más adecuada y el exceso de glándula mamaria es eliminado.

Aspecto postoperatorio.

Las cicatrices son permanentes aunque su aspecto mejorará con el tiempo.



Después de la cirugía
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita, aunque las mamas pueden doler un par de semanas; la primera menstruación tras una reducción puede hacer que las mamas se hinchen y duelan. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que se le indique. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas.

Tras la reducción puede ser normal tener una disminución de sensación en los pezones; esta situación es generalmente temporal, excepto en algunas reducciones que puede ser definitiva. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.

Tras una reducción mamaria podrá volver al trabajo en 2 ó 3 semanas, aunque en pocos días podrá hacer vida casi normal. Debe limitar las actividades físicas fuertes durante unas semanas, hasta que se recupere de la operación.


Durante 1 ó 2 semanas es conveniente evitar las relaciones sexuales para que no se inflamen las incisiones; durante 3 ó 4 semanas evite el contacto físico intenso de las mamas. Es normal que aparezcan pequeñas costras o un poco de líquido a través de las incisiones. Su cirujano plástico le irá viendo durante los meses siguientes a la cirugía para ver la evolución. Si tuviese alguna molestia entre visitas o alguna duda sobre lo que debe o no hacer, no dude en llamar.



¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?

La cirugía de reducción de las mamas es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico certificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.
La reducción mamaria dejan cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables bajo el sujetador. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Algunos pacientes pueden experimentar una disminución parcial, y en ocasiones, total de la sensibilidad del pezón. Tras una reducción puede verse afectada la capacidad de dar de mamar.

Los resultados

Es importante recordar que tras una reducción, las cicatrices son importantes y permanentes, aunque su cirujano plástico hará lo posible por que se noten lo menos. Con el tiempo, las cicatrices irán notándose menos.

Tras una reducción mamaria pasarán unos meses hasta que sus mamas adquieran el aspecto definitivo; aún así, las mamas cambiarán ante los estímulos hormonales normales, el embarazo o los cambios de peso. Puede necesitar algo de tiempo hasta acostumbrarse a su nueva imagen corporal. Si sus expectativas son realistas usted estará muy satisfecha con el resultado de la reducción de mamas.

Cirugía de reducción de mamas: resumen

El propósito de la intervención es la reducción y remodelamiento de las mamas, colocando la areola-pezón en su posición correcta.

Aunque hay diferentes técnicas que se utilizan en función del tamaño del pecho, edad de la paciente, etc., en general, son necesarias incisiones alrededor de la areola, verticales y horizontales en el pliegue submamario (en forma de ancla).
La intervención se realiza bajo anestesia general, y el cirujano extirpa la piel, la glándula y la grasa excesiva, sitúa el pezón en su localización correcta y luego remodela la mama remanente.

Después de la operación se coloca un sujetador-vendaje que se cambiará a las 24-48 horas, periodo que la paciente estará hospitalizada.

Es frecuente que existan moretones y cierta hinchazón en el período postoperatorio. En algunos casos puede haber una reducción o pérdida de sensibilidad en una o ambas areolas, que habitualmente se recupera con el paso del tiempo. Es muy rara la lesión parcial o total de la areola o pezón. Las cicatrices resultantes de esta cirugía pueden en ocasiones hacerse abultadas o anchas, siendo conveniente, en estos casos, realizar un ajuste y escisión de la cicatriz, con anestesia local, a partir de los 6 meses.

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